¡Justicia para Fátima Varinia Quintana Gutiérrez!





Fátima Varinia Quintana Gutiérrez nació un 4 de junio de 2002, originaria de Lupita Casas Viejas, municipio de Lerma en el Estado de México.

El 5 de febrero de 2015, Jesús, su padre la llevó como todos los días a la parada del camión para ir a la escuela secundaria, ubicada en Santa María Zolotepec, ubicada a 20 minutos de su casa. Fati nunca volvió a casa. Sus asesinos decidieron que sería el último día en la vida de la pequeña de apenas 12 años. “Ella ya regresaba sola a casa, porque considerábamos que vivíamos en una comunidad segura, ahí teníamos un hogar, una vida social” narra Lorena Gutiérrez su madre en un fuerte y conmovedor discurso en el senado de la república: “El 5 de febrero de 2015, regresaba a casa, como siempre, como todos los días, no era un día particularmente extraño, y tres sujetos la interceptaron y consideraron que tenían derecho a arrebatarle la vida de la forma más cruel posible, y lo consideraron así, porque eso les enseñó este sistema. La razón nunca la sabré, ni siquiera trato de entenderles, sus asesinos no eran hombres extraños o enfermos, ahora sé que son hijos sanos de un sistema patriarcal que enseña a que se puede privar de su libertad, torturar, violar y matar a una niña sin el más mínimo remordimiento. Esos tres sujetos desbocaron su misoginia y su violencia en contra de mi pequeña hija.”

Tras los gritos desesperados de su madre, la comunidad salió en búsqueda de Fátima y logró capturar a los asesinos. Lorena y Jesús, como personas de buen corazón, evitaron que los vecinos los mataran a golpes, pues confiaban que se haría justicia, pero no fue así. A 5 años de los lamentables sucesos, uno de los asesinos (cuyo nombre no se puede hacer público por razones jurídicas) fue liberado el 8 de junio de 2017 por la jueza Janet Patiño García por “falta de pruebas para sentenciarlo”, pasando por alto a testigos de las víctimas y evidencias del cobarde crimen. A partir de entonces, la familia de la víctima ha sido objeto de amenazas de muerte, su domicilio fue atacado a balazos, han tenido que salir de su comunidad, vivir en el exilio tras las constantes amenazas de un hombre ligado a la delincuencia organizada. A pesar de ello, Lorena, su madre, no ha parado de exigir justicia para Fátima.

De los otros dos feminicidas, los hermanos José Misael y Luis Ángel Atayde Reyes, el primero será liberado a inicios de junio de 2020, pues cuando cometió el horrendo crimen, era aún menor de edad. Para el estado mexicano, el asesinato de Fátima cuyos detalles omitimos en este comunicado por respeto a la familia es poca cosa y no alcanzó una sentencia más allá de los 5 años de cárcel. Nosotros notamos el contraste de las leyes en nuestro país, pues le da más derechos a los asesinos de Fátima que a la propia familia. Los hechos anteriormente señalados aumentan la incertidumbre y la situación de riesgo para la familia, pues ha sido objeto de persecución. En las redes sociales se pueden apreciar fotografías de los asesinos de Fátima presumiendo paquetes de droga, pero contradictoriamente, la “justicia” mexicana les da ventaja y garantías de impunidad.

Hoy, 4 de junio de 2020, Fátima cumpliría 18 años. Al igual que Lorena Gutiérrez, exigimos justicia para Fátima.

Te invitamos a unirte a la campaña internacional “Justicia para Fátima Varinia Quintana Gutiérrez y Sheyla Denisse Torres Aguilar” para que juntas y juntos demos todo nuestro apoyo a las familias de las víctimas para evitar que estos crímenes queden impunes y puedan vivir en paz. Lanzamos esta campaña en un momento histórico terrible para México y el mundo, donde cada día 10 mujeres son asesinadas localmente y 137 a nivel mundial. A esta campaña se estarán sumando más madres en búsqueda de justicia para sus hijas, anticipamos todo nuestro apoyo para ellas. Pedimos a nuestros lectores y contactos estar atentas y atentos a los llamados que haga La Marx Internacional en este sentido.

¡Exigimos plenas garantías para la familia de Fátima Quintana Gutiérrez!

¡Justicia para Fátima!

¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!

Atte. La Marx México








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