EL TREN MAYA Y LAS “FIBRAS”: UNA RECETA PERFECTA PARA EL DESASTRE*



Por Jesús Valdez

El 22 de diciembre de 2019 el canal de televisión por internet ROMPEVIENTO TV [1], realizó una interesante entrevista a Violeta Núñez, profesora-investigadora de la UAM Xochimilco, de la cual a continuación se rescatan algunos de los puntos más interesantes con observaciones propias.
-En primer lugar, nos lleva a preguntamos ¿que entendemos por progreso? ¿para quién?, desarrollo ¿para quién? y bienestar ¿para quién?

-Que el Tren Maya no será solo de pasaje y turismo, sino también de carga (están proyectados 1460 km). Esto último resalta debido a las grandes cantidades de mercancías que se transportan en el sureste, sobre todo la extracción de oro, plata y maderas preciosas.

-Con este proyecto se tiene pensado incrementar el turismo en 4 millones de visitantes por año y la creación de 18 estaciones de tren y por ende 18 nuevas ciudades que requerirán de enormes cantidades de agua, generarán desechos en un área estratégica para el equilibrio ambiental no sólo en nuestro país, sino en el mundo. 

Se realizó la consulta sin tener un proyecto ni tampoco una manifestación de impacto ambiental/social.

-Para el Tren Maya y el corredor transístmico (Tren Interoceánico) estaba proyectado un 90% de inversión privada y 10% de inversión pública. Para la IP estaban perfiladas empresas españolas, chinas, italianas, estadounidenses y francesas. Esta propuesta fue presentada en el Plan Nacional de Desarrollo, sin embargo, después de recibir múltiples críticas, el gobierno federal presentó una segunda propuesta donde redujo a 40%-30% la inversión privada; aumentando a un 60-70% la inversión pública. 

Existe una tercera propuesta, que consiste en que la totalidad del proyecto sea financiado del erario público, la cantidad invertida sería de 150 mil millones de pesos, sin embargo, esta apuesta es irreal, pues tan solo en el año 2019, se destinaron 4 mil 908 millones de pesos (3.2% del total requerido) y en 2020 se redujo a 2 mil 500 mdp (1.6% del total requerido), a este ritmo el tren tardaría 60 años en ser construido. Al ser evidente que las cifras no cuadran, López Obrador declaró el último fin de semana de diciembre que el dinero faltante se obtendrá de los impuestos al turismo, que anualmente ascienden a 8 mil mdp (5.3% del total requerido), sumando ambas inversiones, el tren se construiría en 14 años. Sin la presencia del capital privado, AMLO no podría llevar adelante el proyecto maestro de su sexenio. Haciendo cuentas, hasta enero de 2020, el gobierno federal sólo aportaría el 4.8% del proyecto que sumado a los 8 mil mdp ascendería a un 10.1%, ¿esto es una coincidencia?, creo que no y más allá de ello, considero que la apuesta del gobierno de AMLO va más por la primera propuesta (90% de inversión privada y 10% de inversión estatal).

Para sustentar jurídicamente la construcción del Tren Maya, el gobierno de AMLO se ampara en la Ley de Asociaciones Público-Privadas (aprobada durante el sexenio de Felipe Calderón en 2012) que a la letra dice: [Art. 76. “Son de utilidad pública… la adquisición de inmuebles, bienes y derechos necesarios para la realización de un proyecto de asociación público-privada”.] [Art. 80. La expropiación… procederá después… de la declaración de utilidad pública]. La “utilidad pública” es una figura que tiene prioridad por encima de cualquier otra activad económica. La citada ley abre la puerta para la “asociación público-privada”, en esto se basaba la primera propuesta que le daba el 90% de participación a la IP. Todo lo anterior por supuesto, no fue sometido a consulta

Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se expropió la red nacional de ferrocarriles a las empresas privadas que las controlaban, así fue hasta el sexenio de Ernesto Zedillo, que, apoyándose en la reforma al artículo 27 Constitucional durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, expide la Ley Minera, y la Ley reglamentaria del Servicio Ferroviario (Zedillo, 1995), que a la letra dice: [Art. 25. “Es de utilidad pública la construcción, conservación y mantenimiento de las vías férreas. La Secretaría… efectuará la compraventa o…, la expropiación de los terrenos… necesarios para construcción, conservación y mantenimiento de las vías férreas”] Además de que abre el paso a la privatización de los ferrocarriles. Hoy por hoy, FERROMEX, una empresa de Grupo México tiene “concesionados” 10 mil kilómetros de las vías férreas en nuestro país. 

-Dado que la concesión para construir el Tren Maya la tendrá el gobierno federal, este amparándose en la Ley de Asociaciones Público-Privadas, abre la oportunidad para la operación del tren a la IP, a finales de diciembre, FONATUR anunció que Grupo México fue el primero en alzar la mano para participar en el proyecto.  Grupo México es propiedad nada menos que del segundo hombre más rico de México, Germán Larrea. Otros de los que han manifestado sus intenciones en el reparto del pastel anteriormente son nada menos Carlos Slim y Jorge Hank Rhon (hijo del jerarca del Grupo Atlacomulco)  y Ricardo Salinas Pliego [2], dueño de Televisión Azteca.

-A través de una consulta en CompraNet [3], se sabe que, para la construcción y operación del Tren Maya, se tienen 92 adjudicaciones directas que da el gobierno federal, 5 licitaciones públicas y que en total se han entregado ya 69 contratos a empresas privadas y 28 a personas físicas.

Juego de Llaves S.A. de C.V., es una empresa que aparece entre los 4 principales proveedores o contratistas del Tren Maya, en la descripción del contrato, aparece la -Caravana Informativa “El Tren que nos une”-. Dicha caravana realizó un recorrido promocionando la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán, con la novedad que una empresa privada (El Juego de Llaves SA) llevaba a su paso todos los programas sociales del gobierno federal como “Jóvenes construyendo el futuro”, “sembrando vida”, el programa para adultos mayores; algo muy parecido a las viejas prácticas corporativas y clientelares del PRI. Resulta llamativo el cinismo de Adelfo Regino Montes [4] que en fechas recientes anuncia que los pueblos de la región por unanimidad están con el Tren Maya. 

-Destaca que en el proyecto del TM el rubro de – Incorporación de ejidatarios y pequeños productores como “socios” mediante “fibras” financieras -. Desde hace varios meses Rogelio Jiménez Pons, titular del Fondo Nacional de Fomento Turístico (FONATUR), se venía ufanando que sería la primera vez en la historia de este país, que no se expropiará a ejidatarios para la implementación de un megaproyecto, a cambio, el gobierno federal viene presentando la alternativa de que los ejidatarios cedan su tierra y aparezcan como “socios” a través de Fideicomisos para Infraestructura y Bienes Raíces (FIBRAS). Dicha figura financiera, convierte las tierras en acciones en el mercado de valores, con lo cual la renta de la tierra es variable, con lo cual el “capital invertido” no es recuperable. Ocurre que en el mercado de valores, durante las grandes tormentas capitalistas, dichas acciones son sujeto de venta, adquisición, traspaso, o incluso la pérdida total.

-Lo anterior cumple con el sueño dorado de Carlos Salinas de Gortari, que durante su sexenio y la reforma al Art. 27., y la reforma a la Ley Agraria, las tierras comunales y ejidales, pueden pasar al “dominio pleno”, es decir privatizarse. Se tendría que llevar a cabo los procedimientos legales para el enajenamiento de la tierra del ejido. 

Comentarios finales y conclusiones

Es emblemático el ejemplo de Bacalar, Quintana Roo; donde Luis Chimal Balam, presidente del Comisariado de Bienes Ejidales, aclara acerca de las llamadas FIBRAS que: “Solicitaron seis hectáreas para que se haga la estación, y ya cambiaron, quieren alrededor mil hectáreas, cosa que nosotros no estamos de acuerdo. En las asambleas no hay autorización de que vendan a ningún empresario” (…) “Ellos siguen con su fibra, pero no nos conviene porque ellos van a un plazo muy elevado, 50, 80 años, lo que más estamos inconformes es que ellos dicen que en el momento de entregar la tierra, ellos son los que lo van a manejar, ellos van a invertir y de acuerdo como se vayan dando las ventas, nos van a ir apoyando de ello, no se fía nada”.

En septiembre de 2019, justo en los meses que la FONATUR estaba anunciando estridente los supuestos “beneficios” de las FIBRAS financieras, la Reserva Federal de Estados UNIDOS (FED por sus siglas en inglés) inyectó nada menos que 53 mil 200 millones de dólares a los principales bancos que dominan Wall Street al quedarse estos sin dinero en efectivo y ahogados en un mar de deudas, esto ocurrió el día 17, los días 18-20 de septiembre repitieron la misma jugada por un monto diario de 75 mil mdd y aplicó la misma receta los días 23 y 24. 

Reconocidos analistas como Eric Toussaint recuerdan eventos muy similares en septiembre de 2008, cuando los grandes bancos en plena crisis, ya tambaleantes cancelaron los préstamos interbancarios (situación que provocó la quiebra de Lehman Brothers) y tuvieron que recurrir a los bancos centrales. A partir de entonces y hasta 2011, la FED inyectó liquidez a los grandes bancos de EU en primer lugar, y en segundo a los bancos de la Unión Europea. A este respecto, Miguel Boggiano, otro reconocido analista piensa que “Algo grande está pasando en EEUU. Y puede que tenga peores consecuencias a las sufridas durante la última crisis mundial. El mercado de crédito de corto plazo viene sufriendo sobresaltos desde septiembre y la Reserva Federal está usando toda su artillería para contener la situación.” Recordemos que, durante la primera oleada de la más grande crisis capitalista en la historia, al colapsar el sector inmobiliario y bancario, también se produjo un colosal crack en la bolsa de valores, la pregunta que me surge es que tan cierta es la “idea millonaria” de la FONATUR de meter las tierras ejidales ya privatizadas a la bolsa de valores cuando se escuchan fuertes relámpagos de una nueva tormenta capitalista. Aún suponiendo que esto no ocurrirá (lo cual es poco probable), el impacto ambiental tiende a ser catastrófico y sus consecuencias serán de largo alcance.

¿Táctica o estrategia? Allá ellos, por nuestra cuenta, acá abajo debemos tener la propia.

Notas y referencias

[3] CompraNet. Sistema público de información pública gubernamental sobre adquisiciones, arrendamientos y servicios, así como obras públicas, y servicios relacionados con las mismas.
[4] Hubo consenso unánime por el Tren Maya: INPI


* Este texto apareció en Carabina 30-30 en enero de 2020





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