Introducción
El presente documento, es
producto de una amplia discusión en la Asamblea Anticapitalista y
Antipatriarcal que surgió a partir de las crisis económica y sanitaria del
capital. El propósito era sacar un documento unificado frente al primero de
mayo, sin embargo, al no existir coincidencia política con otros grupos en
temas que nos parecen cruciales, acordamos que cada organización sacaría su
documento, además de otros pormenores metodológicos.
De nuestra parte, no pensamos que
el gobierno de AMLO en México busque “la destrucción del capitalismo salvaje
(neoliberalismo)” y busque en contraposición “un estado neo-Keynessiano donde
se reestablezcan ciertos mecanismos controlados de seguridad social”, como camaradas
de lucha queremos decirle de la manera más fraterna y camaraderil, que esta afirmación
para nosotros es en el mejor de los casos, equivocada.
Las políticas que viene
implementando el gobierno mexicano desde el primer día, son de corte abiertamente
neoliberal, tan solo del 1 de diciembre de 2018 al 15 de enero de 2019, fueron
despedidos 20 mil empleados de confianza a nivel federal, apenas entró en
funciones el gobierno actual, presentó un plan de austeridad neoliberal que en
el punto 21 plantea reducir “toda la estructura de trabajadores empleados de
confianza en un 70% del personal y del gasto de operación”, en números, el
gobierno federal tiene como meta despedir a cerca de 230 mil trabajadores del servicio
público federal. Por otro lado, si López Obrador y su partido quisieran
establecer medidas keynesianas, no hubieran dudado en robustecer el sistema de
salud mexicano desde el primer día de su gobierno, tomando en cuenta que tienen
la mayoría aplastante en las cámaras alta y baja.
Quienes suscriben en su totalidad
el documento citado, parecen olvidar que estamos en medio de la mayor crisis en
la historia del sistema capitalista, no en un boom económico como el que
sucedió a la Segunda Guerra Mundial que permita al gobierno mexicano dar
grandes concesiones sociales, en México no existe un plan Marshall o algo que
se le parezca, consideramos que estamos en dos épocas históricas totalmente
distintas.
Afirmamos que la política económica
no es keynesiana, sino de corte neoliberal y pro yanki, desde que AMLO hizo
público su “Proyecto de Nación”, se posicionó del lado norteamericano frente a
la guerra comercial con China, el punto más vergonzoso de esta política
entreguista lo vimos cuando militarizó las fronteras sur y norte persiguiendo a
familias indefensas de migrantes, pero la ignominia no para ahí, pues so
pretexto de la pandemia provocada por el sistema capitalista, la militarización
se ha extendido a todo el territorio nacional al mismo tiempo que se anuncia la
reactivación del sector automotriz por presiones del tío Sam poniendo en riesgo
la vida de cientos miles de obreras y obreros pisoteando sus derechos más
elementales. Lo anterior sin dejar de mencionar que el gobierno de AMLO está
impulsando megaproyectos como el Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya y las
Zonas Económicas Especiales a través de capital privado tanto nacional, como
trasnacional, en los casos señalados, la inversión estatal es raquítica o de
hecho nula, excepto en el caso del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía,
cuya obra está siendo ejecutada por el ejército mexicano.
Nos parece que los rasgos arriba
señalados contravienen al espíritu general del manifiesto que se venía
trazando, en la vía de los hechos, para nosotros es una capitulación al lópez-obradorismo.
Consideramos importante dar nuestro punto de vista al respecto y fijar una
postura crítica. Agradecemos de antemano a las y compañeros de la Organización
Política Multimedios por sus aportaciones a esta versión, además de su
paciencia. Nos disculpamos también de antemano con nuestras y nuestros
lectores, pues además de las diferencias políticas que consideramos de fondo y
no solo de forma, por motivos de causa mayor no nos fue posible asistir a la
acción acordada el 1º de mayo.
I. VIVIR EL CAPITAL EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS.
Este año 2020, el primero de
mayo, día en que se celebra la lucha de las y los trabajadores del mundo,
estamos presenciando la crisis más grande en la toda la historia del sistema
capitalista, que inició en el año 2008 con el colapso del sector inmobiliario y
su antecedente más inmediato es la gran recesión de 1929, que fue seguida de
una guerra mundial. Dicha crisis estructural, multidimensional y sistémica, no
sólo hace evidente la cada vez más profunda y reaccionaria putrefacción del sistema
que, dicho sea de paso, se ha convertido en un peligro para la humanidad y para
todas las formas de vida en el planeta. El agravamiento del cambio climático,
el calentamiento global, la crisis alimentaria, los desastres naturales, las
pandemias, el ascenso de la violencia, el asesinato de mujeres y otros
sectores, la pobreza, etc., son en general resultado del proceso de acumulación
de capital en todo el mundo, teniendo la violencia de una clase sobre otra como
el eje rector del cual se derivan los distintos tipos de violencia.
El
"COVID-19"/SARS-COV-2 ha desnudado aceleradamente la naturaleza del
sistema capitalista patriarcal y su crisis tras 4 décadas de neoliberalismo; es
decir, son los poderosos y ricos los responsables del potenciamiento de esta
enfermedad. La actual pandemia y otras más que se han generado, podrían haberse
enfrentado de mejor manera; diferentes organismos e instituciones académicas y
científicas alertaron de la posibilidad de su surgimiento desde la primera
década de este siglo. Es una mentira que los poderosos y ricos procuren a la
humanidad, no sólo no hubo prevención, las medidas correctivas son
principalmente canalizadores para evitar estallidos sociales y salvar al gran
capital no para salvar a los más vulnerables; en esta pandemia son sólo los
sectores privilegiados quienes pueden disponer de un autoencierro prolongado en
sus residencias con recursos y atenciones que les colocan muy por encima de quienes
ni siquiera cuentan con un seguro de salud.
II. EL SISTEMA CONTRA NOSOTRXS, NOSOTRXS CONTRA EL
SISTEMA
A partir de la década de los años
ochenta del siglo pasado y tras la caída del muro de Berlín, los gobiernos de
todo el mundo comenzaron una ofensiva generalizada contra el movimiento obrero
en todo el mundo, arrebatando poco a poco todas las conquistas conseguidas
después de la segunda guerra mundial. A este periodo en la historia del
capitalismo se le conoce como neoliberalismo. Este “avanzaba” viento en popa en
tanto los corifeos del capital anunciaban “el fin de la historia”, el fin del
hambre, de la guerra y porque no, de las revoluciones, sin embargo, la realidad
no tardó mucho en estallarles de frente. A partir de la crisis del año 2008, nuevas
tensiones se fueron agudizando hacia un estallido mundial sin precedentes.
Los resultados más inmediatos de
dicha crisis, los podemos encontrar en la Primavera Árabe, el Occupy Wall
Street, el movimiento de los indignados en España, el movimiento 11-M en Chile,
“Geração à rasca” en Portugal, huelgas masivas en China, principalmente en la
provincia de Guandong, el Occupy Hong Kong, una oleada de huelgas en Europa
tras los ataques a las pensiones de 2012 a 2015 y la revolución en el kurdistan
sirio. El punto de sincronización mundial en la lucha de clases a nivel
mundial, fue alcanzado en el año 2019, cuya principal característica fue que
estas luchas fueron dirigidas contra regímenes neoliberales tanto de derecha
como de “izquierda”. Identificamos ahora una tercera etapa de esa crisis, que está
no solo desacelerando al gigante asiático, repercutirá en la economía mundial. Apenas
iniciado marzo de 2020, las mujeres de todo el mundo se encontraban desde ya,
construyendo una situación revolucionaria a nivel internacional, acontecimiento
que fue interrumpido por el inicio de la pandemia. Muy probablemente estemos en
la antesala de un estallido y cambio mundial mayor al de 2019, de cuyo
desenlace depende el futuro de toda la humanidad.
III. ¿Y SI LUCHAMOS JUNTXS?: POR UN PROGRAMA DE LUCHA
INTERNACIONAL ANTE LA CRISIS DEL CAPITALISMO
Enfrentamos una lucha por la
supervivencia y resistencia, una lucha que no podemos ganar solos como
individuos, no nos podemos quedar inmóviles ante el catastrófico desenvolvimiento
de la crisis capitalista. Este primero de mayo, a pesar de la desmovilización
de las distintas luchas y resistencias por parte del gobierno y los medios de
difusión capitalista, insistimos en organizarnos desde una perspectiva de
clase, antipatriarcal y anticapitalista, desde la acción y pensamiento
colectivos de quienes vivimos la opresión y nos consideramos parte del
proletariado, de las y los explotados en el mundo. En colectivo, aunque con
aciertos y desaciertos, encuentros y desencuentros, aspiramos arribar al
terreno de la emancipación social de nuestra clase y de todos los sectores
oprimidos por el yugo del capital. Nos posicionamos porque nosotras,
nosotres, los de abajo impulsemos una serie diversificada de acciones desde nuestras
casas, centros de trabajo o, en donde existan las condiciones y fuerza social
para hacerlo, llevar nuestra acción en las calles, siempre bajo la
responsabilidad sanitaria.
La actual crisis del capital
deberá ser aprovechada necesariamente por todos los trabajadores para
incrementar sus luchas por la desaparición de este sistema de explotación, así
como incrementar la articulación de todas las luchas en una gran organización
internacional de todos los explotados. En lo presente proponemos luchar por el
siguiente programa frente a la actual crisis:
1. Contratación masiva de nuevo
personal y basificación, con las prestaciones de ley, para todos los
trabajadores (antiguos y de reciente ingreso) del sector salud.
2. Equipamiento e insumos médicos
suficientes y protocolos adecuados en los centros de salud para atender la
pandemia. ¡Plenas garantías de protección sanitaria por parte del Estado al
personal de salud!
3. Test de Covid-19 gratuitos
para toda la población, aislamiento selectivo y seguimiento a las personas
infectadas, las personas con quienes tuvieron contacto y los grupos
poblacionales vulnerables.
4. Condiciones de protección
sanitaria garantizada por el Estado a trabajadores de sectores estratégicos.
Empleo y sueldo completo garantizado a todas y todos los trabajadores de
sectores no estratégicos, en suspensión de labores por la cuarentena.
5. Ingreso subvencionado por el
Estado, suficiente para cubrir la canasta básica, y condonación del pago de
impuestos, deudas y alquileres (subsidiados por el Estado) a la población pobre
y que labora en el sector informal durante Pandemia.
6. Formación de comités populares
en las colonias, barrios y pueblos para el abasto, distribución y control de
precios de productos de primera necesidad, así como para organizar la
autodefensa territorial y sanitaria de nuestras comunidades, de nuestros
barrios.
7. Expropiación sin
indemnización, bajo control de los trabajadores y especialistas sanitarios, de
todos los servicios, comercios e industrias privadas asociadas al ramo de salud
(hospitales, clínicas, laboratorios, farmacéuticas, etc.).
8. Si no hay insumos, debemos
exigir su fabricación, expropiando y reorientando la actividad de sectores
productivos estratégicos para atender no sólo la pandemia sino la crisis
económica, con el fin de reactivar la economía.
9. No a las medidas de excepción
y confinamiento obligatorio masivo, ejerzamos libre y responsablemente nuestros
derechos democráticos, adoptando consciente y colectivamente medidas de higiene
y cuidado sanitario.
10. En el marco del Día
Internacional de la clase obrera, convoquemos un Encuentro Nacional de
Trabajadores y Despedidos que acuerde un Plan de Lucha y seguir avanzando en el
Programa de Emergencia ante la crisis sanitaria, económica y social.
11. Ninguna clase de rescate para
las grandes firmas de Wall Street, la banca europea, el capital financiero
nacional y trasnacional.
12. Que la vacuna en desarrollo
contra el "COVID-19"/SARS-COV-2” pueda ser patentada por ninguna
empresa capitalista o por algún gobierno.
13. Que las libertades más
elementales no sean arrebatadas usando como pretexto la pandemia y contra la
militarización en todo el mundo. El capital y sus gobiernos están más vigilante
de sus ganancias que de la vida de las personas.
Por otro lado, los trabajadores
debemos manifestarnos y continuar luchando de acuerdo a la situación actual que
estamos viviendo con el objetivo de desarrollar un programa transitorio que
sirva como puente de los objetivos programáticos más elementales hasta el
programa máximo, es decir, construir colectivamente los medios para llegar a
nuestro fin último, en este sentido (programa máximo) proponemos:
I.- APROPIACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DE:
a) BANCOS
b) RECURSOS ENERGÉTICOS: Petróleo, sistema eléctrico,
minería. Desarrollar otras energías alternativas.
c) INDUSTRIAS ESTRATÉGICAS: Acero, comunicaciones, químico-
farmacéuticas,
alimentaria.
d) RECUPERAR PARA LOS TRABAJADORES TODAS LAS EMPRESAS E
INSTITUCIONES QUE FUERON PRIVATIZADAS DURANTE TODO EL PERIODO NEOLIBERAL. Con
prioridad a toda empresa que cierre o despida empleados, para ser expropiada
sin indemnización y tomada por las y los trabajadores para ponerla en
funcionamiento bajo su control.
II.- COLECTIVIZAR LA PROPIEDAD DE LA TIERRA, BOSQUES, AGUA,
TODOS LOS RECURSOS NATURALES DEL PAÍS, MATERIAS PRIMAS Y RESPETAR LA AUTONOMÍA
DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS, RURALES Y URBANAS.
III.- CANCELACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA E INTERNA y otros
gastos prescindibles (presupuesto militar, a megaproyectos, a partidos e
instituciones electorales) así como reducción de sueldos de altos funcionarios
al nivel de un trabajador promedio para que esos
recursos se destinen a expandir el sistema público de
salubridad, atender la pandemia y enfrentar la depresión económica.
IV.-CANCELACIÓN DE LOS MEGAPROYECTOS. Destinar esos recursos
a la salud, vivienda digna, trabajos dignos y bien remunerados, a la ciencia y
tecnología y a la cultura.
V.-INCREMENTO SUSTANCIAL DE IMPUESTOS A LAS GRANDES
EMPRESAS, disminución del IVA y del ISR para aumentar el consumo.
V.- ERRADICACIÓN DE LA DOMINACIÓN Y VIOLENCIA CONTRA LA
MUJER, LA NIÑEZ, LA VEJEZ, ASÍ COMO PARA CON LAS DIVERSAS IDENTIDADES SEXUALES.
VI. Hacia la construcción de federaciones socialistas en
todo el mundo con miras hacia la abolición de los estados-nación.
VII. Como puente transitorio del programa mínimo al programa
máximo, llamamos a construir organismos de poder de las y los explotados en
todo el mundo.
¡ALTO A LA MILITARIZACIÓN
EN MÉXICO Y EL MUNDO, SOLDADOS A SUS CUARTELES!
¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES
UNÍOS!
¡POR UNA SOLUCIÓN CLASISTA, INTERNACIONALISTA
Y REVOLUCIONARIA A LA CRISIS DEL CAPITALISMO!
¡SOCIALISMO O EXTINCIÓN!
ATENTA Y COMBATIVAMENTE: LA MARX
MÉXICO
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