UN MUNDO CONVULSO



David Morera Herrera, sociólogo.

El mundo de agita con mazasos, cada vez mayores, contra quienes llevamos en nuestros hombros el peso y las terribles consecuencias de la rapaz explotación, opresión y destrucción de la naturaleza de un capitalismo decadente, patriarcal, xenófobo, misógino, LBTI-fóbico y ecocida.

Los procesos de lucha y polarización se agudizan a escala de todo el orbe. Las cada vez más virulentas guerras comerciales de Trump contra el eje Rusia-China Irán, son una expresión de las estrechas fronteras que se vuelven los mercados, para la imposible expansión ilimitada del capital, en la era frenética de su acumulación ampliada, su fase imperialista, monopolista.

A través de la historia del capitalismo se infiere que las guerra comerciales agudas, son la antesala de guerras militares , en este caso, el horizonte parece adquirir proporciones monstruosas, como fueron las horrendas carnicerías de la I y la II Guerras Imperialistas.

Hoy el conflicto interimperialista se suscita entre un decadente imperialismo norteamericano (pero que supera con creces cualquier arsenal militar - y atómico. en particular),contra el que podría denominarse el eje China-Rusia-Irán, tal como ha operado a propósito de Venezuela.

En el medido, trastabillante, está el más decadente de todos los bloques imperialistas, donde vio su cuna: la Unión Europea. Bloque, aguijoneado por los precios bajos de las mercaderías chinas, la persuasión de la Nueva Ruta de la Seda, y los pecios bajos del crudo iraní, es un bloque, que se resquebraja y debilita, entre el norte rico y el sur más pobre, entre Oeste y Este, entre las posturas anti-inmigrantes y las de solidaridad de clase e igualdad étnica.

Así las cosas, la Unión Europea, no parece ser un aliado fiable para Washington, en medio de la crisis del Brexit en Inglaterra y la de los chalecos amarillos en Francia, aunque sigue siendo un fuerte elemento de disuasión que Washington posee sobre la Unión europea es la defensa militar común en la que se cimenta la OTAN.

China es la potencia neoimperialista con más rápido asenso, y en consecuencia, la que más peligros representa para la hegemonía norteamericana , por su capacidad productiva, lo barato de su mano de obra, su avance tecnológico (ejemplo sobresaliente: el 5G de Huawei). Pero los vaivenes diplomáticos chinos son misteriosos y calculados en detalle, desde la cripta del liderazgo, vertical e íntimo, del Partido "Comunista" Chino. Rusia es una potencia en ascenso, con influjo en el Pacífico, en Siria, en parte de Europa, en Cuba y Venezuela. Su régimen está basado en la mafia, procedente de la antigua burocracia stalinista, que se apropió de bienes estatales, y en parte mantiene esquemas mixtos de asociación entre el Estado y el capital privado. En ambos casos, son regímenes totalitarios, que proceden de la transmutación de las burocracias totalitarias en nuevas burguesías, y en razón de la ley del desarrollo desigual y combinado, paradójicamente devinieron en los nuevos capitanes de la restauración capitalista.

Entonces, las contradicciones se recalientan, en el seno mismo de los bandos de megamillonarios que succionan el gruesos de la riqueza producida por las manos , conocimientos y destrezas de la clase obrera mundial, cada vez más precarizada y esclavizada.

Pero, el fondo y la perspectiva económica de la creciente crisis y agudización que explica la exacerbación de la competencia inter-imperialista mundial, reside en la creciente crisis de sobreproducción de mercancías, al mismo tiempo que los mercados se contraen y hay por ende, nuevos nubarrones recesivos en el horizonte. Por otra parte, previsibles nuevos y más explosivos pinchonazos de la burbuja especulativa de Wall Street y asociados , es decir, del capital usurario, capital ficticio, de las Bolsas de Valores.

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