SOBRE LA CATEGORÍA DEL TRABAJO EN LA OBRA DE MARX



Por  Gero Fong
Desde hace 25 años que comencé a leer marxismo (Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Capítulos I y V de El Capital, Alienación y emancipación del proletariado de Mandel) el trabajo se convirtió para mí en una categoría central para comprender el marxismo. Sin embargo con el tiempo me he dado cuenta que esto no es tan claro para el marxismo en general. Para muchos Marx es solamente el crítico del trabajo explotado bajo el capitalismo o el teórico de los trabajadores, pero la balanza no se inclina a presentar a Marx como un filósofo del trabajo. Podemos darnos cuenta porque, presentar a Marx no solamente como un crítico del capitalismo sino como el filósofo de algo, es acercarlo demasiado al esencialismo del cual Marx se distancio esforzadamente, primero rompiendo con el idealismo de matriz hegeliana y con el humanismo esencialista de Feurbach. Un clásico como Karl Korsch en su famoso capitulo Especificación histórica asegura que no existen en Marx categorías transhistóricas y Michael Lowy quien retomando a Gramsci habla del marxismo como “un historicismo absoluto y un humanismo absoluto” sostiene sin embargo que el humanismo en Marx no puede ser ningún tipo de esencialismo, que lo que encontramos en Marx es “concepto general de hombre” y “un concepto general de producción” pero que son secundarios en el enfoque marxista.
Los que hemos leído la famosa definición de trabajo en Marx expuesta en el Capítulo V de El Capital, entendemos claramente que se trata de un nexo entre la naturaleza y ese concepto general de hombre, esto bastaría para darle un carácter ontológico filosófico al concepto de trabajo en Marx y no solamente político-económico.
“El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la naturaleza. En este proceso, el hombre se enfrenta como un poder natural con la materia de la naturaleza. Pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y las piernas, la cabeza y las manos, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobre la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando las potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de sus fuerzas a su propia disciplina”
El concepto de trabajo aquí planteado es por lo menos transhistórico, el mismo Marx para dar introducción a este concepto suspende el principio de especificidad histórica: “La producción de valores de uso u objetos útiles no cambia de carácter, de un modo general, por el hecho de que se efectúe para el capitalista y bajo su control. Por eso, debemos comenzar analizando el proceso de trabajo, sin fijarnos en la forma social concreta que revista”. La “forma social concreta” a la cual hace alusión, es una forma histórica desde luego.
Incluso siendo historicistas deberíamos reconocer que conforme adquiere más importancia este nexo entre la humanidad y la naturaleza a partir de la huella ecológica que los seres humanos dejamos sobre el planeta a través de la historia, el concepto de trabajo adquiere esencialidad. El mismo Lukacs en su prólogo a la reedición de Historia y conciencia de clase, ese donde se desdice de sus mismas ideas expuestas en el libro, por considerarlas filosóficas y hegelianas, sostiene algo muy sugerente en su recusa. Comienza diciendo que en un exceso filosófico no planteo la problemática en Historia y conciencia de clase, desde la base económica, por esto no le dio una centralidad al trabajo, enseguida prosigue ubicando la importancia del trabajo en el pensamiento de Marx y cuando pensamos que por fin va a dar con la esencia del trabajo, Lukacs el maestro de los giros inesperados el trabajo se le vuelve productivismo histórico y que es finalmente la línea que alimenta a la Escuela de Budapest fundada por él y seguida por Georgy Markus.
El concepto de trabajo no siempre fue claro para Marx, en los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 a veces Marx se refiere a trabajo como si fuera únicamente la forma explotada enajenada de trabajo bajo el capitalismo, pero esta forma histórica enajenada chocaría con la definición ya planteada en El Capital. Pero es sin duda Engels quien en un texto posterior a El Capital La importancia de trabajo en la transformación del mono en hombre, en donde toma una postura por la esencialidad del trabajo para la especie humana, lo que cabe resaltar es que fue precisamente la historia la que forjo la esencia trabajo-humano. ¿Pueden reconciliarse la esencialidad del trabajo y su historicidad?
Para mí el trabajo es esencial porque es el nexo entre la crítica objetiva del capitalismo planteada por Marx y la praxis como subjetividad revolucionaria también plantada por Marx. El trabajo no es siempre trabajo enajenado por el capitalismo, incluso bajo el régimen capitalista. La pregunta que quiero plantearles es la siguiente: ¿es posible hablar de un concepto esencial de trabajo en Marx? El ser humano mientras sea ser humano, trabajara, transformara la naturaleza con su producto y transformara su propia naturaleza, por lo tanto es por la misma fuerza del trabajo que nada es esencial en el ser humano, puesto que está sometida a la potencia transformadora del trabajo, excepto la misma capacidad de trabajar y cuando la humanidad ya no pueda trabajar, simplemente ya no será humanidad.


9 agosto 2015

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