Resultados preliminares del referénum |
x Jesús Valdez
“Todos los ciudadanos sin
excepción deben actuar como jueces y participar en el gobierno del país. Y lo
más importante para nosotros es enrolar
a todos los trabajadores, sin excepción, en el gobierno del Estado. Esta tarea
es tremendamente dificultosa. Pero el socialismo no puede ser introducido por
una minoría, por un partido político.”
Lenin, Obras Escogidas. Tomo
VIII. Citado por Raya Dunayevskaya en “Filosofía y revolución”
Camilo Ruiz ha señalado que el
pueblo griego está entre la espada de la Troika – Merkel1, las
vacilaciones en el seno de Syriza, y el miedo inducido de los consejeros
democráticos del capitalismo “decir no al chantaje imperialista es salir de la
eurozona”… Me pregunto si los comuneros Chimalapas han podido resistir contra
viento y marea sin contar con el servicio (dispensable, según David Venegas2)
de energía eléctrica, ¿el pueblo griego podrá sobrevivir sin los préstamos
abusivos de la usura imperial?... que Alemania tampoco anda bien económicamente
que digamos, el crecimiento anual de su PIB es absurdo, así como su alta tasa
de desempleo, por lo que le urge más a Alemania un préstamo a Grecia con
intereses, que a los propios griegos, endeudarse con el “Elektra” europeo, en
abonos no tan chiquitos. Ante ello, se plantean algunos escenarios:
1. Que
el pueblo griego diga sí al préstamo con intereses, y después se le ocurra no
pagarlo por las presiones de abajo, o seguir en la misma política de siempre,
en la mentalidad de lamebotas de la
Unión Europea, ante lo cual Siryza quedaría muy mal parado y ante una profunda
crisis política.
2. Que el pueblo griego diga no a los prestamistas
alemanes, lo cual lo pondría en la órbita de los “países no alineados” (que no
son socialistas, por cierto). En este escenario, rápidamente veremos episodios
clásicos de revolución y contrarrevolución en Grecia, en todo caso, Siryza con
sus vacilaciones, no la puede hacer de árbitro de la lucha de clases, sino debe
asumir el papel de organización revolucionaria de los trabajadores. Es posible
que las corrientes maoístas dentro del Siryza pospongan la lucha de clases para
dentro de cien mil años, “para cuando las condiciones estén maduras”, existe
también la posibilidad de un trotsko - reformismo que se escude en la NEP
leninista, recurriendo a recetas viejas que no salvaron a la URSS de un camino
hacia la contrarrevolución política y económica, pero dado el caso, en Grecia
no se han visto las grandes expropiaciones de la banca, la industria, desde el
corazón mismo de la producción, sino un discurso demagógico del “fin a la
política de austeridad” que es una demanda legítima de los trabajadores
griegos, ahora la cuestión es que ante un “NO”, no tardaran en volar los
buitres capitalistas, y los que se queden, será para recuperar el poder
político a través de la especulación con los precios, tal como lo han hecho en Venezuela, o Ecuador, para culpar en la forma al primer ministro (que ha dejado
mucho que desear) Tsipras, en el fondo, a una política independiente y combativa de la clase obrera griega; es decir,
ante el látigo de la contrarrevolución, la revolución griega, debe continuar,
avanzar en verdaderos pasos que serán determinantes en un proceso más avanzado,
los ojos de la clase obrera internacional, pero sobre todo la europea están
sobre el proletariado griego y la política del Siryza, de profundizarse este
proceso, la clase obrera griega dará un nuevo ejemplo no sólo de resistencia en
las calles, sino de determinación revolucionaria a la hora de las acciones.
Dijeran ojo por ojo, diente por diente, revolución socialista no es la toma del
poder político para simular cambios desde las alturas, la toma del poder o
“revolución política”, es nada sin la “revolución económica”, que en términos
magonistas, significa expropiación, socialización de los medios de producción, lucha de clase contra clase.
¿Qué tan lejos o qué tan cerca está el MORENA de ser un SIRYZA?
MORENA puede
estar muy lejos o muy cerca de ser un Siryza, no ha sido mera casualidad que
AMLO se desvinculara del chavismo desde 2006, y hasta la fecha ni de broma se
pronunciaría en favor del chavismo (sshhh se van a enojar los de mero arriba).
Esto no porque el MORENA se parezca al PSUV en cuanto a ser un partido
monolíticamente reformista en la vía de los hechos, o el culto a la
personalidad de sus dirigentes elevados al carácter de deidades
seudorevolucionarias, sino al simple hecho que el gobierno venezolano ha sido
obligado una y otra vez por la clase obrera, a respaldar tomas de fábrica,
expropiaciones, como cuando la huelga patronal petrolera, se convirtió en una
expropiación dirigida por los sindicatos petroleros. MORENA ha sido claro y
tajante en ese sentido: no se expropiará a las empresas monopólicas (empezando
por Televisa), sino que se combatirá el monopolio sólo de palabra, de discurso,
no de hecho. Bien ha criticado el mismo Camilo Ruiz, que no basta la honestida´
para transformar el país, sino una política revolucionaria, una organización,
un programa revolucionario, que tenga como ejes fundamentales, la expropiación
y socialización de los medios de producción, medidas como estas, no serán bien
vistas por el imperialismo o las clases derrotadas, pero bueno, para este
escenario dista mucho mientras la clase obrera industrial de nuestro país no
decida romper el yugo corporativo de la CTM y las centrales neocharras,
mientras la conciliación de clases prevalezca en la izquierda, estas no dejaran
de ser ilusiones, pero dejar de confiar en un estallido desde abajo, no sólo es
antirevolucionario, sino derrotista.
Ello no implica
que dejemos de criticar la cobardía de las llamadas “clases medias” que son más
proletarias que nada, clase media en su imaginación, proletarias a la hora de
meterse la mano a los bolsillos, a la hora de hacer fila en las tortillas, en
el momento de sentarse a comer unos exquisitos tacos de suaperro, esa
consciencia renegada que no sale de sus chaquetas mentales de “orden y
progreso”, de ser “buen esclavo” para esperar el ascenso social. A propósito de
“chairos y no tan chairos”, chairos no son quienes protestan, sino quienes
creen que las cosas seguirán como están hasta ahora. Baste recordar la crisis
de 2008 en nuestro país, donde el sector de la construcción sufrió una caída
estrepitosa, de la cual este amplio segmento de los trabajadores, no nos hemos
podido recuperar del todo, mucho menos podremos soñar con la estabilidad
económica y el trabajo bien pagado como en la década de los 80´s y 90´s.
Que esperanzas de un trabajo
estable, bien pagado, con garantías de seguridad laboral, social: servicios
médicos y seguros de vida, para las nuevas generaciones que no conocen esos
términos y que suben diariamente a los andamios para echar el yeso, que suben
varios pisos tablaroca, durok, quienes trabajan desde las alturas con el
taladro, el atornillador, con un pie en el burro, con otro volando en el aire
desde el 9º piso del algún edificio de la Ciudad de México. O quienes también
se la juegan para poner los vidrios y estructuras metálicas de los
edificios de los grandes empresarios, o de los discretos, pero nada tontos
judíos que han convertido Polanco en una mezquita. De esos ortodoxos que se
sacan de onda cuando ven activistas ondeando banderas e indumentaria palestina.
En fin, hay mucho por hacer, mucho ayuda el que no estorba, pero también el que
hace el trabajo de hormiga independientemente de los “grandes acontecimientos”,
las “grandes coyunturas” (falsas y reales) y que no están esperando que las
masas los reclamen como su dirección histórica. La transformación social, es
una tarea colectiva, en la que puede ser útil una o varias organizaciones
revolucionarias.
1 Camilo Ruiz. Grecia, el triángulo imposibe.
2 David Venegas. Contexto de la lucha de los
comuneros Chimalapas.
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