
Un artículo de Emir Olivares
Otro de Diego Osorno
El primero trata de hacer una separación entre las
autodefensas de Michoacán y Guerrero, dividiendo las de Michoacan en “indígenas”
y urbanas; así como ha alertado sobre intereses empresariales. En ese sentido
va el análisis de Diego Osorno, que denuncia la intromisión de los chinos para
monopolizar el hierro, otros analistas hablan sobre el monopolio de la
producción de aguacate y el limón. En su análisis, Osorno denuncia que tras
recibir hierro, China lo intercambia por metanfetaminas para los cárteles.
Es ya un tanto evidente, que al igual que en San Juan
Copala, Ciudad Juárez (municipios que habíamos dicho en La Otra Campaña, desde
2010, eran laboratorios de violencia extrema para medir la resistencia popular
y la solidaridad contra el despojo. Ahora le tocó a Michoacán, a esto apunta
Carlos Fazio con elementos todavía difusos:
“Vemos lo que está pasando con las autodefensas
como un proceso de paramilitarización, con el apoyo de la federación y al
parecer de uno de los cárteles. Están pertrechados por parte de militares que
están supuestamente de civiles, y les mandan recursos de Jalisco”, alerta
Negrete. Fazio resalta el hecho de que los líderes de las autodefensas han
dicho que desde el comienzo de su organización tuvieron apoyo del ejército y de
la Policía Federal y que desde el inicio salieron a patrullar juntos.
Fazio admite que hay muchas dudas por resolver
acerca de las autodefensas, pero lo que ve como definitivo es que “en México se
está dando una guerra civil molecular, donde hay grupos armados que son
llevados a enfrentarse unos contra otros pero como parte de una política de
Estado. En el fondo, todo tiene que ver por una guerra por el territorio y los
recursos estratégicos”.
Dentro de este “laboratorio” del nuevo proyecto
de seguridad peñista en que se convirtió Michoacán, enumera Fazio, se pueden
distinguir a cuatro categorías de actores civiles armados: las policías
comunitarias que se rigen por usos y costumbres indígenas, como Cherán
–amparadas por la Constitución “y que son justo las regiones donde ahora no hay
conflicto”. En segundo lugar, las autodefensas, que surgen en el momento en que
entra a gobernar Peña Nieto, “y que se pueden singularizar en estos grupos que
el doctor Mireles parece encabezar. Esos han tenido muy buen aprensa en el
sentido de que son grupos civiles que están resistiendo a los Caballeros
Templarios”.
Fazio admite que hay muchas dudas por resolver
acerca de las autodefensas, pero lo que ve como definitivo es que “en México se
está dando una guerra civil molecular, donde hay grupos armados que son
llevados a enfrentarse unos contra otros pero como parte de una política de
Estado. En el fondo, todo tiene que ver por una guerra por el territorio y los
recursos estratégicos”.
El periodista y académico resalta que el gobierno
“filtró” a varios medios que los Caballeros Templarios dominan varias partes de
la economía del Estado, incluida la exportación de limón, aguacate y de hierro
a China. “Lo que hablamos es que la economía criminal está entrelazada con los
negocios, y me temo que haya grupos empresariales que tienen grupos armados y
están coludidos con funcionarios del Estado. En el discurso oficial todo se
centra en Caballeros Templarios, Jalisco Nueva Generación y autodefensas, pero
nunca nos hablan de los políticos, empresarios, banqueros y aduanales; es
decir, toda la estructura económica y gubernamental que tiene que ver con la
importación-exportación de distintos productos de la economía nacional por el
puerto de Lázaro Cárdenas”.
Entrevista de Desinformemonos a Carlos Fazio y a Daniel
Negrete
Sin embargo, se anuncia que con el avance de las
autodefensas, se han devuelto tierras a sus propietarios originales:
“No existiría entonces una distancia tan amplia
como unos imaginan entre las nuevas autodefensas y otros grupos comunitarios
con una larga trayectoria en la defensa de sus pueblos y sus tierras, como los
comuneros purépechas de Cherán y los nahuas de la Sierra de Manantlán. Si bien
muchos líderes de las
autodefensasefectivamente han expresado una cuestionable confianza hacia los gobernantes estatales y federales corruptos e inútiles, los dos tipos de movimientos comparten la misma base social de mexicanos dignos dispuestos a defender su patrimonio y su patria. Por ejemplo, la reciente devolución a sus verdaderos dueños de tierras que habían sido
expropiadaspor los narcotraficantes constituye una señal muy positiva de las autodefensas al expandir su intervención más allá de temas exclusivamente de seguridad pública.”
John M. Akerman, autodefensa popular
De cierta forma, esto constituye un avance
formidable de las fuerzas de los trabajadores del campo, si bien a muchos nos preocupa
qué pasará en las ciudades donde las autodefensas ya están avanzando. Quizá sea
el inicio de una guerra civil en la cual tengamos que estudiar su conversión a
guerra clasista, o pacificación socialista con reparto agrario y socialización
de las industrias existentes. Claro que las clases dominantes no lo dejaran tan
fácil y por ahora el principal enemigo a vencer es el más violento: la
contrainsurgencia estatal disfrazada de narco, de cierta forma esto crearía una
cortina de humo para olvidar la lucha y la diferencia de clases, aunque en
última instancia, un movimiento de tintes democráticos y revolucionarios, sólo
puede apuntar en una dirección: la igualdad, el respeto, la propiedad común de
la tierra, incluyendo la mediana y gran industria. A muchos les preocupa la
gobernabilidad capitalista, a mi no. De hecho creo que lo que más debe
preocuparnos es el bienestar de todas esas familias que viven aterrorizadas,
los despojos sobre despojos para nosotros como trabajadores del campo, la
ciudad y el mar.
Cierto que hacen falta muchas críticas más a la izquierda,
hoy más que nunca desde dentro para tratar de que el proceso trascienda hacia
un nivel mayor, autonomía e independencia de clase, batallones de reserva
autodeterminados para la venidera revolución social. Hoy que es un movimiento
pluriclasista me recuerda los inicios de la revoluciòn mexicana, cuando los
Madero, Villa y PLM caminaban de la mano contra el régimen de Díaz, en ese
andar Madero ya daba la puñalada por la espalda al PLM, esperamos que eso no
suceda en Michoacán y que por el contrario se construyan los cimientos y
desarrollo comunitario para la libertad.
Así como encontramos las opiniones y dudas razonables de
analistas políticos, seguramente también encontraremos las voces desde MORENA y
el lopez obradorismo que se quejen porque las autodefensas no han tomado la
desgastada y probadamente inútil vía pacífica, institucional y parlamentaria
que proponen los que quieren reformar el capitalismo por esos canales. Ese es
el atrevimiento de las autodefensas, no haber esperado ser parte de las filas
de MORENA para que en 2018, cuando López Obrador haya llegado a la presidencia,
entonces sí, acabaría con el crimen organizado.
Sin embargo, hay otros compañeros marxistas que hacen trabajo
en MORENA que tienen algunas posturas interesantes. Reproduciré algunos
fragmentos aclarando que no comparto varios matices de sus análisis y tampoco
simpatizo con el MORENA, pero se me llamó la atención el documento de análisis
de la guerra contra el narco de AMANECER, PERIÓDICO MARXISTA a quienes
agradezco haberse tomado un tiempo para hacer ese documento “El marxismo y la
guerra contra el narco” que vaya, me tomó tiempo leerlo completo para sacarle
las partes más sustanciosas:
Los narcos no tienen misión histórica que cumplir porque no desarrollan las fuerzas productivas, son como aves de rapiña que roban carne fresca o carroña, roban la riqueza ya existente en uso o desuso y las echan a andar para satisfacerse sin invertir nada o casi nada en maquinaria o fuerza de trabajo, casi todo es ganancia en el negocio tal y como sucedía como los esclavistas de la antigua Roma.
La batalla decisiva no será en el campo será en la
ciudad. Debe ser una guerra entre tres clases sociales: Los capitalistas del
campo, los bárbaros narcotraficantes y el proletariado
Hoy la guerra contra el narco es reaccionaria porque es una guerra de
bárbaros contra burgueses que ya jugaron su papel histórico. En el momento en
que el proletariado salga a la guerra, esta se volverá progresista y estaremos
obligados a participar en ella. Edgardo Buscaglia nos comenta que en el momento
en que la burguesía no es capaz de vencer al narco, este la derrota, toma el
poder y se convierte en la casta dominante y que en Afganistán y Sudán esto ya
se dio. A este acontecimiento le llama la teoría del estado fallido. La clase
dominante procura mantener para ella el control del estado, sin embargo lo
pierde después de ser derrotada en la guerra civil. Para Buscaglia el análísis
termina aquí porque él sólo ve a la burguesía como único rival del capo.
Ya les explique que el narco cuando llega a la ciudad ve dos clases
sociales: a la burguesía y al proletariado. En ambos paises antes mencionados,
el proletario es exiguo y sus burguesías son miopes y pusilánimes porque
nacieron muy tarde cuando las grandes superpotencias ya se habían
repartido todo el mundo así que no les queda más que subordinarse a
ellas.No es muy complicado saber lo que ocurre en estos paises con más penas que glorias. Pero ¿Qué ocurriría en un país como México? En México no es tan sencillo que el narco tome el poder en la ciudad. La burguesía no es tan decrepita y el proletariado no es exiguo.
Al llegar el narco a la ciudad de México ve las mismas dos clases que en Sudán pero muchísimo más grandes en cantidad y cualidad.
El proletariado en México es ya una clase independiente, que vela por sus intereses desde 1920 y en el otro lado de la ciudad ve dentro de la burguesía al hombre más rico del mundo: Carlos Slim. Sólo divisando en la ciudad el capo se da cuenta de que nada más enfrentar a la burguesía es mucho trabajo y ya no se diga enfrentar al proletariado simultáneamente.
Supongamos que el narco derrota a la burguesía, de inmediato tendría que luchar contra el proletariado para tomar el poder. El narco sólo puede gobernar a la ciudad a consecuencia de derrotar simultáneamente a ambas clases. Sin embargo los capitalistas y los obreros son clases antagónicas, así que en el momento en que inicie una guerra en la ciudad tendríamos una situación de triple poder. El de los burgueses, los obreros y los narcos, los tres peleando en un triangulo por el poder de la ciudad.
El capital y el narco tienen su vínculo de amor y odio en la propiedad privada. Sin este vínculo mueren estas clases. El obrero lo que buscaría en una situación como esta es destruir la propiedad privada e implantar una economía planificada. Por tal razón no sería raro que ambas clases se vieran forzadas en el último de los casos a formar un frente unico contra el obrero. En caso de que el obrero sea derrotado se mantendría la guerra pero ahora sólo el burgués contra el capo. Sí el burgués gana le arrebata el control del campo al narco será él quien ahora producirá la droga; la formulará en los grandes laboratorios y la distribuirá en el mundo de manera clásica.
Pero si triunfa el capo este perseguirá burgueses, los matará y los encarcelará pero no podrá sustituirlos. Porque el narco sólo quiere robarle al burgués y si el aniquila a la burguesía ya no tendría a quien robarle. Tampoco puede sustituirla porque estos ex campesinos no saben nada de industria pesada. Sólo saben de robar, esto es lo único que pueden hacer en la ciudad. Por esa razón tendríamos un bonapartismo burgués. El aparato estatal no le pertenecería al burgués, pero se mantendría la propiedad privada. Sin embargo aquí esta la gran diferencia con otros bonapartismos, el narco en el poder, pretendía robarle también al obrero la fuerza de trabajo, eso significa que querrá hacer uso de ella sin tener que pagar por su uso al obrero. Intentaría imponer un régimen esclavista en la ciudad como el que ya tiene en amplias regiones del campo. Esto es regresar la rueda de la historia. El obrero tiene miras y la misión histórica de echar la rueda de la historia en sentido opuesto por eso se opondrá al ejercito de sicarios. Después de una derrota en unos cuantos años el proletariado se volvería a recuperar de su primer derrota sería un proceso muy rápido, después se levantará de nuevo contra el narco y el burgués con fuerzas decuplicadas y con un partido revolucionario sería capaz de derrotar a ambas clases sociales y tomar el poder. Es decir, a largo plazo el obrero triunfara, ya sea que la clase trabajadora tenga que pasar por una derrota o no. En el peor de los casos el panorama sería esta parte del manifiesto comunista:
La guerra contra el narco en Colombia se hizo insoportable cuando por fin Escobar llegó a Bogota. Coches bomba, explosiones por todas partes sacudieron a ambas clases fundamentales de la ciudad. En este momento la burguesía ataco con todo a escobar, no sólo por miedo a este capo, también por miedo al proletariado dispuesto a formar milicias y barricadas, dispuesto a robar armas al policía para primero defenderse del narco y después arrebatarle el poder al los capitalistas. No será muy diferente en México.
En el momento en que el proletariado tome parte de la guerra contra el narco esta guerra dejará de ser reaccionaria y se volverá progresista. Porque los obreros con armas no sólo se encargarán de exterminar el narcotráfico, también tomaran la iniciativa contra la burguesía y eso sólo puede significar que el proletariado luche por el poder y volverse la nueva clase dominante.
https://www.facebook.com/notes/amanecer-periodico-marxista/el-marxismo-y-la-guerra-contra-el-narcotrafico-resolviendo-ecuaciones/164045213752755
Por su parte, Carlos Fazio, en otro análisis, denuncia lo siguiente:
“Michoacán, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, es el
laboratorio de lo nuevo en materia de seguridad”, afirma el analista Carlos
Fazio. Fuerzas armadas “disfrazadas de carteles” que fueron activadas por el
ejército, los gobiernos locales y el gobierno central el sexenio anterior, se
resisten a que se les pase a una nueva etapa dictada por la política de las
transnacionales, explica, cuyo objetivo último es concentrar el poder en el
gobierno y desaparecer a las autonomías para repartirse los territorios y los
recursos.
La política de Estado de Peña dentro de la que se
enmarcan los grupos civiles armados, reitera Fazio, tiene un “destino final” de
enrarecer el ambiente. “Como el PRI (Partido Revolucionario Institucional)
llega con un proyecto para estar 30, 40 o 70 años más, quiere construir un
modelo que desde la óptica del discurso, se asiente en que México es un Estado
de Derecho en el que no pueden existir autonomías, es decir, grupos de civiles
armados. El gobierno es quien debe garantizar la seguridad de la población, y
el gobierno de Peña dice que va a garantizarlo”.
“Se está ensayando una nueva política represiva
del régimen; transitamos a una nueva modalidad – tan o más cruenta que la fase
que le tocó propiciar a Calderón”, advierte Fazio, que señala que no ve una
pacificación a futuro, “así sea paz de los cementerios. Hay contradicciones al
interior del Estado de tipo policial que se quiere imponer, hay resistencia
entre grupos civiles aliados, y tendremos un buen tiempo de crisis como ésta”.
¿LEVANTAMIENTO POPULAR DESDE LAS REDES SOCIALES?
Frente a esto en las redes sociales se ha diseminado por muchos feisbuquianos la cándida imagen de que esto es un levantamiento popular, un movimiento que ha crecido desde la base, así como en Cherán, y estamos en guerra civil y a un paso de la revolución social. No, pero ése es el peligro: que las bases rebasen a los líderes, a los empresarios agrícolas y ganaderos, y de pronto reconozcan perfectamente a sus adversarios y digan ¡no a los partidos políticos!, y propongan autogobiernos exactamente como lo ocurrido en el primer pueblo que se enfrentó a los “malos”, Cherán.
Así, el gobierno prefiere tener de enemigos a los templarios que finalmente son lumpen proletarios y por ende aliados de la burguesía que a un pueblo organizado que en la lucha por la sobrevivencia puede dar un salto cualitativo para obtener la conciencia de clase.
Ése es el temor del gobierno, que los pueblos pasen de “cuerpos” organizados a asambleas comunitarias y rebasen a sus actuales líderes. Que la evolución de un pueblo con armas y organizado es doblemente peligroso. Lo demás puede ser cierto pero en sentido contrario, no son los templarios quienes controlan al gobierno, es éste quien recibe ayuda de los templarios sembrando el terror y desarticulando las comunidades. Son uña y mugre. Si al principio el gobierno federal apoyó al Consejo de Autodefensa fue porque hay miembros de la burguesía que cabildearon con el gobierno para proteger sus intereses, pero un movimiento que se va extendiendo peligrosamente por pueblos y ciudades se le va de las manos. Por tal razón, de “aliado” de las fuerzas de autodefensa de los municipios pasó a ser “institucional” “prometiendo” el “cumplimiento estricto de la ley”, ja ja.
Los nombres
también tienen su razón de ser, las propias CRAC rechazan el nombre de “grupos
o cuerpos de autodefensa” porque son proyectos comunitarios de base.
Ellos dicen “No somos autodefensa, somos ‘instituciones’, pues nos amparan las
leyes de Guerrero y el artículo 169 de la OIT”, y en efecto, las policías
comunitarias están reconocidas por ley en ese rebelde Estado. Ellos toman como
base para asumir decisiones las asambleas comunitarias, par ello cuentan con
reglamentos y leyes internas, cosa muy distintas a los imberbes cuerpos de
autodefensa michoacanos. De este modo los nombres de los grupos armados no son
gratuitos, cada uno encierra conceptos diferente. No es lo mismo policías,
rondas y guardias comunitarias, donde fundamentalmente mantienen una
independencia con el gobierno que “cuerpos”, “grupos” o “consejos de
autodefensa” que tienen ligas con el gobierno y actúan conjuntamente con él,
como el caso que nos ocupa en Michoacán, aunque ahora les han roto el acuerdo
de cooperación con el mismo pretexto utilizado en Guerrero: arguyen que no
puede haber civiles armados.
Así,
mientras la organización del pueblo no invada territorios del poder, son
tolerados. En cuanto la organización adquiere un cariz radical de inmediato
inventan “secuestros”, “homicidios” y otros delitos a los miembros de las
guardias comunitarias como ha ocurrido con las CRAC que son las
organizaciones armadas que combate el gobierno porque son incómodas, puesto que
buscan autonomía y autogestión. Por ello el encarcelamiento de Nestora Salgado
en Olinalá, la aprehensión de Gonzalo Molina,
en Tixtla y de Arturo Campos de Ayutla también detenido.
Esta es la
lógica del gobierno. Sólo detendrán su acción de desarme de los cuerpos de
autodefensa en Michoacán si éstos prometen no salirse del huacal, es decir, si
les garantizan que su organización es netamente de “autodefensa”. Por mientras,
podría asegurar, esto no es una guerra civil ni un levantamiento popular, menos
el inicio de una revolución social. Sectores de la burguesía del agro vieron
afectados sus intereses de una forma sensible, y por el momento, su definición
es exacta: Cuerpos de Autodefensa. Bonito sería que esos mismos sectores
se levantaran en armas contra el ataque delinquencial de Peña Nieto contra el
pueblo mexicano.
Sin embargo en los videos y reportajes se puede ver a gente común y a campesinos que trabajan de forma parcelaria (pequeña producción) dentro de las guardias comunitarias, si existiera una burguesía rural, hablaríamos de latifundistas y jornaleros.
Mientras tanto, el ridículo del arriba acecha la lacerante realidad del abajo, mientras se descubre el espionaje de Estados Unidos a México y la intromisión de armas a nuestro país por agentes gringos. Ellos tienen claros sus objetivos: delcarar estado fallido a México para que de no aprobarse la reforma energética, o si el reparto del pastel de PEMEX no les es favorable a las empresas norteamericanas, iniciar una “guerra democrática” contra el Chapo y el gobierno mexicano (como hace unos años con Osama Bin Laden y Sadam Hussein) para posicionarse de los mejores yacimientos petroleros de nuestro país.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/11/18/espia-estados-unidos-a-mexico-en-temas-militares-energeticos-y-narco-5215.html
http://www.animalpolitico.com/2013/09/petroleo-y-energia-temas-que-eu-mas-espia-de-mexico/#axzz2rAKOWmY6
Saludos, esperando al igual que Fazio y La Jornada, que el
movimiento no degenere en paramilitarismo (como han querido inclinar a la
opinión pequeñoburgues, fresa y light) a pesar de que el fenómeno tiene más
tintes de furia popular que esta trabajando con elementos empresariales,
quienes sí, en efecto tienen intereses muy particulares y su consciencia de
clase bien definida. Ellos quieren tener en paz sus negocios y el monopolio del
hierro frente a sus competidores de China.
Y también
recomiendo lo publicado por el Partido ObreroSocialista publicado en referencia
a la guerra del narco en la Revista Pluma, por ejemplo, ellos denuncian que en
Guerrero el narco combate al ERPI y es responsable del asesinato del comandante
Ramiro. Buenos analisis ahi.
Espero sus
comentarios para ayudar a destapar toda lacortina de humo tendida por los
diversos intereses capitalistas y los asíllamados barbaros narcos.
Hay
mucho todavía por decir, saber y por escribir.
Att. Chucho Valdez, 22 de enero de 2101
Comentarios
Publicar un comentario