Por Karel Kosik
La dialéctica trata de la
"cosa misma". Pero la "cosa misma" no se manifiesta
inmediatamente al hombre. Para captarla se requiere no sólo hacer un esfuerzo,
sino también dar un rodeo. Por esta razón, el pensamiento dialéctico distingue
entre representación y concepto de las cosas, y por ello entiende no sólo dos
formas y grados de conocimiento de la realidad, sino dos cualidades de la
praxis humana.
*
El mundo fenoménico tiene su
estructura, su propio orden v su propia legalidad que puede ser revelada y
descrita. Pero la estructura de este mundo fenoménico no capta aún la relación
entre él mismo y la esencia. Si la esencia no se manifestase en absoluto en los
fenómenos, el mundo de la realidad se distinguiría de modo radical y esencial
del mundo fenoménico: en tal caso, el mundo de la realidad sería para el hombre
"el otro mundo" (platonismo, cristianismo), y el único mundo al
alcance del hombre sería el mundo de los fenómenos.
Pero el mundo fenoménico no
es algo independiente y absoluto: los fenómenos se convierten en mundo
fenoménico en conexión con la esencia. El fenómeno no es radicalmente distinto
de la esencia, y la esencia no es una realidad de orden distinto a la del
fenómeno. Si así fuese, el fenómeno no tendría ningún vínculo interno con la
esencia, no podría manifestarla y, al mismo tiempo, ocultarla; la relación entre
ambos sería mutuamente externa e indiferente. Captar el fenómeno de una
determinada cosa significa indagar y describir cómo se manifiesta esta cosa en
dicho fenómeno, y también cómo se oculta al mismo tiempo. La comprensión del
fenómeno marca el acceso a la esencia. Sin el fenómeno, sin su manifestación y
revelación, la esencia sería inaccesible.
En el mundo de la
pseudoconcreción el lado fenoménico de la cosa, en el que ésta se manifiesta y
oculta, es considerado como la esencia misma, y la diferencia entre fenómeno y
esencia desaparece. ¿Es, pues, la diferencia entre fenómeno y esencia una
diferencia entre lo real y lo irreal, o entre dos órdenes diversos de la
realidad? ¿Es la esencia más real que el fenómeno? La realidad es la unidad del
fenómeno y la esencia. Por esto, la esencia puede ser tan irreal como el
fenómeno, y éste tan irreal como la esencia en el caso de que se presenten
aislados y, en este aislamiento, sean considerados como la única o
"auténtica" realidad. El fenómeno es, por tanto, algo que, a
diferencia de la esencia, oculta, se manifiesta inmediatamente, primero y con
más frecuencia. Pero ¿por qué la "cosa misma", la estructura de la
cosa, no se manifiesta inmediata y directamente?; ¿por qué requiere esfuerzos y
rodeos para captarla?; ¿por qué la "cosa misma" se oculta a la
percepción inmediata? ¿De qué género de ocultación se trata?
Tal ocultación no puede ser
absoluta: si el hombre, en general, busca la estructura de las cosas y quiere
escrutar la cosa "misma", para que pueda descubrir la esencia oculta
o la estructura de la realidad, debe ya poseer necesariamente antes de iniciar
cualquier indagación cierta conciencia de que existe algo como la estructura de
la cosa, su esencia, la "cosa misma"; es decir, debe saber que, a
diferencia de los fenómenos, que se manifiestan inmediatamente, existe una
verdad oculta de la cosa. El hombre da un rodeo y se esfuerza en la búsqueda de
la verdad sólo porque presupone de alguna manera su existencia, y posee una
conciencia firme de la existencia de la "cosa misma".
Pero, ¿por qué la estructura
de la cosa no es directa e inmediatamente accesible al hombre; por qué para
alcanzarla es preciso dar un rodeo? ¿Y a qué o hacia dónde tiende éste? Si en
la percepción inmediata no se da la "cosa misma", sino el fenómeno de
la cosa, ¿se debe ello a que la estructura de la cosa pertenece a una realidad
de orden distinto a la realidad de los fenómenos y, por tanto, se trata de otra
realidad situada detrás de los fenómenos?
En virtud de que la
esencia—a diferencia de los fenómenos— no se manifiesta directamente, y por
cuanto que el fundamento oculto de las cosas debe ser descubierto mediante una
actividad especial, existen la ciencia y la filosofía. "Si la apariencia
fenoménica y la esencia de las cosas coincidieran totalmente, la ciencia y la
filosofía serían superfluas"[1]. Los esfuerzos tendientes a descubrir la
estructura de las cosas y la "cosa misma" han sido siempre, desde
tiempos inmemoriales, propios de la filosofía. Las diversas tendencias
filosóficas fundamentales son sólo modificaciones de esta problemática
fundamental y de su solución en las distintas etapas evolutivas de la
humanidad. La filosofía es una actividad indispensable de la humanidad, ya que
la esencia de las cosas, la estructura de la realidad, la "cosa
misma", no se muestran directa e inmediatamente. En este sentido la
filosofía puede ser caracterizada como esfuerzo sistemático y crítico tendiente
a captar la cosa misma, la estructura oculta de la cosa, y descubrir el modo de
ser del existente. El concepto de la cosa es la comprensión de ella, y
comprender lo que la cosa es significa conocer su estructura.
El rasgo más característico
del conocimiento consiste en la descomposición del todo. La dialéctica no llega
al conocimiento desde el exterior o complementariamente, ni tampoco ello
constituye una de sus características, sino que el conocimiento es la propia
dialéctica en una de sus formas; el conocimiento es descomposición del todo.
"El concepto" y "la abstracción" tienen en la concepción
dialéctica el significado de un método que descompone el todo unitario, para
poder reproducir mentalmente la estructura de la cosa, es decir, para
comprender la cosa.[2]
El conocimiento se realiza
como separación del fenómeno respecto de la esencia, de lo secundario respecto
de lo esencial, ya que sólo mediante tal separación se puede mostrar la
coherencia interna y, con ello, el carácter específico de la cosa. En este
proceso no se deja a un lado lo secundario, ni se le separa como algo irreal o
menos real, sino que se revela su carácter fenoménico, o secundario, mediante
la demostración de su verdad en la esencia de la cosa. Esta descomposición del
todo unitario, que es un elemento constitutivo del conocimiento filosófico—en
efecto, sin tal descomposición no hay conocimiento—demuestra una estructura
análoga a la del obrar humano, puesto que también éste se basa en la
desintegración del todo.
*
La distinción entre
representación y concepto, entre el mundo de la apariencia y el mundo de la
realidad, entre la práctica utilitaria cotidiana de los hombres y la praxis
revolucionaria de la humanidad, o, en pocas palabras, "la escisión de lo
único", es el modo como el pensamiento capta la "cosa misma". La
dialéctica es el pensamiento crítico que quiere comprender la "cosa
misma", y se pregunta sistemáticamente cómo es posible llegar a la
comprensión de la realidad.
*
Puesto que las cosas no se
presentan al hombre directamente como son y el hombre no posee la facultad de
penetrar de un modo directo e inmediato en la esencia de ellas, la humanidad
tiene que dar un rodeo para poder conocer las cosas y la estructura de ellas. Y
precisamente porque ese rodeo es la única vía de que se dispone para alcanzar
la verdad, periódicamente la humanidad intenta eludir el esfuerzo que supone
semejante rodeo y quiere captar directamente la esencia de las cosas (el
misticismo es justamente una expresión de la impaciencia humana por conocer la
verdad).
*
La teoría del conocimiento
como reproducción espiritual de la realidad pone de manifiesto el carácter
activo del conocimiento en todos los niveles. El más elemental conocimiento
sensible no deriva, en ningún caso, de una percepción pasiva, sino de la
actividad perceptiva.
[1] Si los hombres
captasen inmediatamente las conexiones ¿para qué serviría la ciencia?"
(Marx a Engels, carta del 27-6-1867). "Toda ciencia estaría de más, si la
forma de manifestarse las cosas y la esencia de éstas coincidiesen
directamente." Marx, El Capital, III, cap. XLVIII, pág. 757
[2] El Capital, de Marx,
está construido metodológicamente sobre la distinción entre falsa conciencia y
comprensión real de la cosa, de suerte que las categorías principales de la
comprensión conceptual de la realidad investigada se dan por pares:
Fenómeno - Esencia
Mundo de la apariencia - Mundo real
Apariencia externa del
fenómeno - Ley del fenómeno
Representación - Concepto
Falsa conciencia - Conciencia real
Sistematización doctrinaria
de las representaciones ("ideología") - Teoría y ciencia
*Fragmento del libro "Dialéctica de lo concreto"
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