SAN MIGUEL CAJONOS EN DEFENSA DEL BOSQUE, EL AGUA, LOS ECOSISTEMAS Y POR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE SUS AUTORIDADES COMUNITARIAS



En la ilustración Bosque de San Miguel Cajonos, Oax. 

Jesús Valdez

San Miguel Cajonos es una comunidad perteneciente a la Sierra Norte de Oaxaca, cuya cabecera municipal es San Francisco Cajonos, distrito de Villa Alta, de aproximadamente 250 habitantes, Durante nuestra visita a la comunidad en el marco del Primer Encuentro Contra la Desaparición Forzada, celebrado en San Miguel Cajonos el pasado 28 de diciembre de 2018, pudimos ver desde nuestro arribo, la presencia de la juventud y la niñez que se encontraba ensayando con sus instrumentos musicales y que posteriormente nos deleitaron con algunas melodías de la región durante el encuentro.  

No es para nadie un secreto, que en donde hay cerros hay agua. San Miguel Cajonos, además de poseer una vista espectacular y una organización comunitaria excepcional, cuenta con varios ojos de agua que abastecen tanto a San Miguel, así como a comunidades vecinas. No está por demás decir que el agua que escurre de los cerros de la Sierra Norte de Oaxaca, abastece a comunidades como San Mateo Macuilxochitl, Teotitlan del Valle, Díaz Ordaz, Saniaguito Ixtaltepec, es decir, a las comunidades del Valle de Tlacolula. La belleza de estos lugares contrasta con el interés y el afán extractivista tanto de las mineras trasnacionales, como de los gobiernos en turno. Frente a ello San Miguel Cajonos, ha formado parte de la articulación contra el extractivismo tanto a nivel estatal, como a nivel regional.

Antecedentes del conflicto con San Pedro Cajonos

Durante el año 2012, habitantes de San Pedro Cajonos “descubrieron” un documento antiguo que supuestamente los acreditaba como propietarios de buena parte del bosque que actualmente pertenece a San Miguel Cajonos, desde entonces comenzaron a haber conflictos territoriales e incluso una especie de bloqueo comercial contra San Miguel Cajonos, pues San Pedro concentra buena parte del comercio a nivel local. De acuerdo con el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), hasta el año 2010 San Pedro Cajonos contaba con una población de 1,172 habitantes.
Desde el año 2012 y hasta el 2017 el hostigamiento contra la comunidad de San Miguel Cajonos ha sido constante, pues en este intervalo de tiempo, se han registrado innumerables agresiones contra la comunidad.
Una comunidad libre de basura

Desde inicios de 2017, comenzaron a aparecer notas en los medios de comunicación sobre una labor muy interesante emprendida por la juventud y el pueblo de San Miguel Cajonos: la eliminación de la basura.  Anteriormente y como en la mayoría de las comunidades indígenas de Oaxaca, la basura orgánica servía de abono para la tierra, la ceniza de los comales era recolectada y llevada a los terrenos de cultivo como abono para los cultivos.
Desde los años 90, comenzó el consumo general de refrescos en su presentación de botellas de plástico, ello acompañado del crecimiento de otros desechos plásticos como botellas, bolsas y vasos de veladoras. En recientes fechas la ofuscación de la autoridad municipal y la población fue incrementando hasta que ambos actores se decidieron a emprender una campaña para eliminar la basura de la población con la asesoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. En San Miguel Cajonos no existe el servicio de recolección o un tiradero municipal. En donde existía, se convirtió en un centro de acopio y separación de materiales inorgánicos. Con los materiales orgánicos se prepara composta y abono para los terrenos de cultivo, pues estos son los que producen mayores olores, se opta por la fertilización o fermentación, no por la degradación o contaminación, es decir, se trata de dos procesos distintos. Esto último me lo hizo saber hace algunos años el ingeniero Héctor Mendoza, ejidatario de Tlaltenco en la Ciudad de México, buen amigo y amante de la madre tierra.  Otra cosa que nos enseño durante algunos andares por la región triqui de Oaxaca fue como separar residuos orgánicos que producimos los seres humanos para el aprovechamiento de árboles frutales por ejemplo.

Ocurre que en las grandes ciudades rompemos con los ciclos naturales de la madre tierra, tanto así que la orina y la copro tanto de seres humanos como de animales, en el ciclo evolutivo cumplen el papel de abonar la tierra, mineralizarla, etcétera. La llamada “modernidad” ha roto entre otras cosas el ciclo del agua, actualmente llenamos de cemento los caminos, calles y patios como símbolo de modernidad, los desechos orgánicos de los humanos son entubados y enviados a ríos y mares. ¡Cada día corren por el sistema de drenajes toneladas y toneladas de caca que están causando una catástrofe ecológica de dimensiones colosales! Ello sin mencionar los residuos tóxicos que producen los 365 días del año las industrias sin dejar de mencionar prácticas tan mortíferas como la fracturación hidráulica o la minería a cielo abierto. En San Miguel Cajonos no ocurre así, por ello se ha dicho en muchas ocasiones que los pueblos originarios están dando las respuestas a las grandes crisis que atraviesa la humanidad en nuestra época.

Concesiones mineras  en el sector Cajonos

En el estado de Oaxaca se han otorgado 322 concesiones mineras para extraer plata, oro, cobre y zinc, principalmente. El 80% de estas se encuentran en los Valles Centrales. En su mayoría están concesionadas a empresas mineras canadienses y estadounidenses. Una de ellas es la canadiense Fortuna Silver Mines que acapara aproximadamente 80 mil hectáreas. Por su parte, la estadounidense Gold Resource Corp monopoliza alrededor de 70 mil en la región Valles y Sierra Sur. La primera cuenta con 4 filiales: Geometales del Norte- Geonorte S.A. de C.V., Minerales de Oaxaca S.A. de C.V., Plata Panamericana S.A. de C. V., Minerales de Oaxaca, y Minera Cuzcatlan. La segunda cuenta con una filial llamada Don David Gold México S.A. de C.V.

En el caso de la Sierra Norte, hasta marzo de 2018 existían 13 concesiones mineras en Calpulálpam de Méndez, en Ixtlán de Juárez existe otra concesión que abarca cerca de 5 mil hectáreas, así como en San Miguel Amatlán, Sta. Catarina Lachatao, los pueblos del rincón y el sector Cajonos según ha denunciado el Comisariado de Bienes Comunales de Calpulálpam. Particularmente en el último sector mencionado que abarca San Francisco, San Pedro y San Miguel Cajonos, existen varias concesiones para la explotación de oro a en favor de la empresa First Mining Gold, propiedad del empresario Keith Neumeyer, dicha empresa fue la que provocó el conflicto de Wirikuta en San Luis Potosí en años anteriores. A decir de los habitantes de San Miguel Cajonos, en esta comunidad existen por lo menos tres concesiones.

A finales de julio de 2018, se realizó el primer encuentro de la Asamblea de los Valles Centrales de Oaxaca Contra la Minería, a la cual acudieron una treintena de comunidades no sólo de los valles centrales, sino también de la Sierra Sur y Norte, entre los firmantes de la declaratoria de dicho encuentro está San Miguel Cajonos. A su vez, el 24 de noviembre apareció una declaración de la Asamblea de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio de la Cuenca del Papaloapan, Cajonos  y Lalalana, en donde se asegura que     “somos una asamblea permanente de Autoridades Municipales y Agrarias” “nos declaramos en asamblea permanente, porque permanente es la guerra de despojo”. En el punto 6 se dice claramente respecto a la iniciativa presentada por Ricardo Monreal para derogar la ley agraria vigente: Rechazamos la iniciativa de Ley para el Desarrollo Agrario, ya que es una nueva reforma estructural neoliberal que convalida el poner la producción de hidrocarburos, de energía eléctrica y minera por encima de cualquier otra, y porque además de dar continuidad a la reforma salinista, es también, una continuación de las reformas estructurales impulsadas por el régimen saliente”. Desde este espacio, ya habíamos señalado el papel del nuevo gobierno frente a los megaproyectos mineros y la iniciativa Monreal. Es llamativo que en ninguno de los encuentros mencionados anteriormente se haya presentado la autoridad agraria o municipal de San Pedro Cajonos, esto será clave para entender el desenvolvimiento del conflicto con San Miguel.

Rapto y desaparición forzada de las autoridades agrarias de San Miguel Cajonos


El 27 de diciembre de 2017 se realizaba una jornada de saneamiento del bosque convocada por el Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Cajonos, una plaga estaba dañando a los árboles del bosque. Durante esta jornada las autoridades agrarias de San Miguel Cajonos fueron informadas sobre la presencia de habitantes del pueblo vecino (San Pedro Cajonos) en un paraje conocido como “Las Calaveras”, perteneciente a San Miguel.

En el lugar se encontraban talando árboles 3 habitantes de San Pedro acompañados por uno de los miembros del Consejo de Vigilancia de dicha comunidad. Las autoridades de San Miguel informaron que para realizar esa actividad, tendrían que dar aviso de a las autoridades de San Miguel, así como a las de San Pedro. Los habitantes de San Pedro advirtieron en forma amenazante que si daban aviso a sus autoridades, estas arribarían acompañadas de toda la comunidad, minutos más tarde la amenaza se cumplió.

En esos instantes, las autoridades agrarias de San Miguel ya se encontraban rodeadas por habitantes del pueblo vecino acompañado y encabezado por sus autoridades agrarias y municipales.  En el acto, los habitantes y autoridades agrarias de San Miguel Cajonos fueron golpeados salvajemente y privados de su libertad, lo único que se sabe es que estas personas lo subieron a una camioneta roja y hasta entonces se desconoce el paradero del señor Álvaro Bernardo Reyes Cruz, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Cajonos.

En el caso del señor Federico Cruz Morales, segundo secretario del Consejo de Vigilancia, fue visto por última vez en el paraje “Piedra Larga”, salió de su domicilio a las 8 am del 27 de diciembre de 2017 con rumbo al paraje “Las minas” para realizar labores de saneamiento forestal. Portaba una mochila aspersora para combatir la plaga que estaba dañando los árboles del bosque, le acompañaba un ingeniero que apoya a la comunidad en tareas forestales. Minutos más tarde, ambos arribaron al paraje las minas donde permanecieron por un espacio de dos horas y media, posteriormente se dirigieron a otro punto del bosque para llevar aceite y agua a otra brigada que se encontraba realizando las mismas tareas en el bosque de San Miguel Cajonos, ambos fueron interceptados por habitantes de San Pedro Cajonos acompañados de sus autoridades. En el acto los obligaron a bajarse de la camioneta en la que se transportaban, se llevaron al señor Federico Cruz Morales, es decir lo raptaron y hasta la fecha no se tiene ninguna información sobre su paradero a pesar de que los hechos ya han sido denunciados formalmente ante las autoridades estatales y federales.

Federico Cruz Morales, líder comunitario raptado y desaparecido

Federico Cruz Morales, segundo secretario del Consejo de Vigilancia, fue secuestrado por órdenes de las autoridades municipales de San Pedro Cajonos, comunidad vecina que desde el año 2012 ha estado reclamando la propiedad de buena parte del bosque que históricamente ha pertenecido a San Miguel Cajonos.
Federico Cruz Morales es hablante de la lengua zapoteca, desde niño comenzó a aprender a trabajar el campo y además ha sabido cumplir cabalmente todos los servicios que le ha encargado la comunidad de acuerdo al régimen de usos y costumbres practicados desde tiempos inmemoriales. Además de ello es músico de la comunidad, el instrumento que domina a plenitud es la tuba, su gusto por la música y el amor a su pueblo lo llevaron a colaborar en la integración de la Banda Filarmónica de San Miguel Cajonos.

Álvaro Bernardo Reyes Cruz, presidente del Comisariado de Bienes Comunales raptado y desaparecido

Álvaro Bernardo Reyes Cruz, agricultor y campesino, hablante de zapoteco tenía 75 años hasta el día de su desaparición, el día de hoy tendría ya 76 cumplidos. En el año 2017 fungía como presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Cajonos. Nació un 20 de agosto de 1942 en San Pedro Cajonos, su madre, la señora Esperanza Cruz Pérez fue madre soltera, Álvaro trabajó desde niño para sufragar los gastos de sus dos hermanos pequeños, desde ese entonces sufrió los maltratos de sus patrones.  A los 9 años de edad comenzó a dar sus servicios para la comunidad, desde entonces y hasta 2017 fue responsable con todos sus servicios.

A sus 16 años de edad, quedó huérfano y a los 21 se casó. Él y su esposa construyeron su casa con sus propias manos. Uno de sus pasatiempos favoritos hasta la fecha de su desaparición forzada fue la siembra de árboles frutales.

¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Alto al hostigamiento contra el pueblo de San Miguel Cajonos!


Febrero de 2019




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