El movimiento desde la práctica hacia la teoría y el movimiento desde la teoría hacia la práctica

Debemos tener mucho cuidado con las visiones del idealismo subjetivista respecto de la objetividad, así como del empirismo vulgar. Debe existir entre nosotros una búsqueda constante de la unidad entre la teoría y la práctica, que los conceptos y la realidad sean una y la misma cosa. En esto consiste no “aplicar la dialéctica” a la realidad concreta, sino descubrir la dialéctica de las cosas.

El empirismo vulgar, es uno de los peores errores de cualquier revolucionario que se digne de serlo, pues no hay una mediación entre la teoría y la práctica, entre la estrategia y la táctica cuando nos remitimos a la vulgaridad de los “hechos concretos”. Debemos tener en cuenta que la realidad es un absoluto, de la cual estos “hechos concretos” son sólo una parte de la verdad, de la realidad.

a) Desde la práctica a la teoría.

Este movimiento es de una vitalidad insoslayable, pues es el movimiento del objeto al concepto, de la realidad a las ideas, descubriendo ciertas leyes (no eternas ni inmutables) y normas que nos permiten generalizar fenómenos con características específicas, como las leyes del sistema capitalista, del movimiento revolucionario de los explotados contra los explotadores. Para este fin, cuando se quiere ser “concreto”, especialmente cuando nos encontramos con otros trabajadores y explotados del campo, la ciudad y el mar, como activistas revolucionarios que somos, nuestra materia prima para la teoría revolucionaria, es tomarle la temperatura a nuestra clase, ¿cuál es la cosmovisión de otros trabajadores y trabajadoras , descubrir bajo que condiciones o circunstancias están dispuestos a realizar acciones o minimamente a sostener una lucha y por cuanto tiempo.



 

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